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miércoles, 29 de mayo de 2013

EL BELÉN DEL PRÍNCIPE




Son las ordenes Franciscanas, las que introducen el Belén en España, en el siglo XV, pero su gran difusión se debe a Carlos III y posteriores monarcas.

Felipe V, en su viaje a Italia (1702) recibe un Belén como regalo, y su hijo Carlos III, rey de Napoles desde 1735, (como Carlos VII) sigue con la tradición de montar un gran belén en palacio.

Tras los fallecimientos de Luis I y de Fernando VI sin descendencia, el trono de España pasó a Carlos III, tercer hijo de Felipe V y primero de su matrimonio con Isabel de Farnesio, que contaba con gran experiencia de gobierno como rey de Nápoles.

En 1760, llega a España y con sus pertenencias llega la colección de figuras napolitanas.

"El Belén del Príncipe" es llamado asi por que Carlos III lo encarga para su hijo Carlos IV, al que poco a poco va añadiendo mas figuras, como posteriormente lo fueron haciendo Carlos IV y los sucesivos monarcas que lo enriquecieron de tal manera que llego a tener casi seis mil piezas entre figuras, animales y adornos o finimente, con multitud de escenas como la posada, la taberna o el mercado.




Carlos III encargo a la "Real Manufactura de Porcelana de Capodimonte" (que el mismo fundó), para que le hiciera las piezas de las figuras para su belén, que luego cubriría con ricos ropajes, y diminutas joyas en oro, plata y coral.

El grupo principal es la Natividad, realizada al modo Italiano. El uso y el tiempo produjo deterioro por lo que los escultores de palacio, Pedro Michel, Celedonio de Arce, o Hermenegildo Silici, y también colaboraban la Reina y sus damas confeccionando las vestiduras.

Los Reyes Magos eran de autores Renombrados, mientras que el grupo de ángeles esta realizado por artistas españoles.

Los animales están realizados en madera en el ultimo cuarto del siglo XVIII.

Las cabezas, brazos y manos, son de porcelana y los pies de madera, y el cuerpo de alambre forrado de estopa o cuerda enrollada.

También se añaden instrumentos musicales, vajillas y objetos de plata.



La medida principal de las figuras es de 38 cm. pero también las hay mas pequeñas para crear profundidad y perspectiva en el Belén.

El imaginero mas famoso que participo en la creación de las mismas fue Guiseppe Samartino. Las cabezas eran especialidad de Mateo y Felice Bottighieri, Cominico Antonio Vaccaro, Incola Somima, Francisco Celebrano y Guiseppe Cappiello.

Las manos las realiza el tallista Tozzi, Matteo y Giovanni Ferri hacian los vestidos, la vajilla es de Vietri, los cestos de fruta de cera de Luigi Ardia y Guiseppe los cestos de verduras.

Los animales son de Guiseppe Gori, los hermanos Trilocco, Lorenzo Mosca e Incola Igaldi.






El Belén Napolitano describía teatralmente las costumbres del pueblo, por lo que las escenografías eran muy importantes, así que cada año se habilitaba una sala de palacio para el montaje del Belén, aunque no siempre fuera el mismo, debido a otras necesidades del monarca.

Para realizar el mismo participaban, escultores, albañiles, carpinteros, joyeros y diversos artesanos de diferentes oficios de la época.



También encargo nuevas figuras a artistas españoles, como a los valencianos Jose Esteve Bonet y Jose Gines, o al murciano Francisco de Salcillo en distintos tamaños. Jose Esteve realizo 180 figuras de 50 cm. representando oficios y costumbres del reino de Valencia. La adoración a los pastores y la degollación de los inocentes son de Jose Gines.

Posteriormente a mitad del siglo XIX también se trajeron unas figuras de Génova, convirtiendo el Belén en una mezcla de estilos Napolitano, Bíblico y Popular.


El Belén se podía visitar por todo el Pueblo, previa cita y con el permiso correspondiente de la casa real, desde el siglo XVIII asta principios del siglo XX. Esto se convirtió en una costumbre fuertemente arraigada en el pueblo de Madrid.






El Belén sufrió los avatares de la historia. En 1808 sufrió una gran perdida de figuras durante la guerra de la Independencia, y en 1873 con la primera República también fue espoliado, estando siete años sin montarse hasta la restauración de la Monarquía, que se vuelve montar, volviéndose a interrumpir su montaje con la segunda República en 1931.

Las figuras que se habían salvado de los diferentes espolios y saqueos, quedaron olvidadas en un desván del Palacio Real, hasta que en 1988, al realizar un inventario se re-descubren y se hacen publicas, encargando a Patrimonio Nacional su restauración y Montaje.





Actualmente solo se conservan 80 figuras de las casi 6000 que llego a tener.

El Misterio, la anunciación a los pastores, hechas por artistas españoles. Un grupo de Ángeles de madera policromada y la cabalgata de Reyes realizada en Génova. Un grupo representando la matanza de los inocentes en terracota policromada y escenas del campo vestidas al uso de la época.

El éxito del Belén del Príncipe, hace que Patrimonio considere la necesidad de devolverle el rigor histórico de su carácter Napolitano, por lo que en 2002 decide reponer numerosas figuras y accesorios perdidos a lo largo de 250 años.

Dado que hacerlo con figuras originales de la época era imposible por su escasez y altísimos precios, se deciden acudir a dos de los mas importantes proveedores de figuras de calidad de Napoles y se adjudican a concurso 143 piezas (135 figuras de 50, 40 y 34 cm. y 8 complementos) exactamente como las traídas por Carlos III. El vestuario realizado con telas de seda y botones de pasta o plata.

La escenografía del 2002 se encarga a Armando Pisaitelli, con diseño de Franco Mancini, ex-director de la Academia de Bellas Artes de Napoles.

Actualmente se monta en el salón de Alabarderos, de el Palacio de Oriente.











                             









1 comentario:

  1. que bueno recuperar la tradicion y el espiritu de esta bella expresion de nativitas

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